(Untitled)

El problema no está en entender las ideas. Que también, pero no tanto. Mi cabeza no es tan impermeable como a menudo pienso. El problema está en consignarlas, ordenarlas y secuenciarlas de forma comprensible y lógica. El estilo es un accesorio estético que me preocupa mucho menos que la nitidez, esa proporción aúrea de la grámatica que comunica, que habla directa al entendimiento y no al tímpano.

Escribir se ha convertido en algo más complicado de lo que debería ser a priori. El castellano, un poco roto por las injerencias casi inconscientes de otros idiomas que grazno de forma cotidiana y abandonado en un rincón ya no tan iluminado. La concentración, totalmente deformada. Y esa fobia íntima, ese trauma engranado en la sinapsis que me corta el aliento.

Por eso estructurayproposito.  Este lenguaje más o menos encriptado y sintético sobre frivolidades y existencia mundana. Visto desde fuera, otro ínfimo e insignificante decibelio en esta tormenta de ruido digital. Visto desde aquí dentro, un ejercicio de coraje díficil de igualar.

This entry was posted in General. Bookmark the permalink. Both comments and trackbacks are currently closed.