Zuzana ya no se acuerda de él. Nunca. Pero está enamorada del invierno que ya siente en el rumor de sus huesos . Se salvó a ella misma escribiendo un diario secreto sobre fenomenología y estudiando química todas las noches hasta que el mundo se cernía sobre ella en forma de sueño fragil pero puntual. Abraza ahora sus propias rodillas mientras el tocadiscos crepita por enésima vez hoy con su este disco suyo, un ritual que nunca logró compartir.
Encogida bajo el jersey pero orgullosa del camino que la trajo hasta aquí. Desprecia en secreto esa imbecilidad que trata como algo extraordinario la situación más intrascendente, maquetandola como algo profético con torpeza y urgencia. Zuzana ha encontrado la cordura. Hoy solo está enamorada de su formula secreta, que reinventa y revigoriza el misterio.. La unica magia que necesita hoy es el Earl Grey y la lluvia persistente.